viernes, 28 de noviembre de 2014

Reflexión Fuera del Aire

Hoy fui a ver ‘Fuera del Aire’, la película que a Luis Chataing se le ocurrió como punto final de un proyecto televisivo llamado “Chataing TV” que se vio obligado a salir del aire a causa de fuertes presiones políticas a las que la directiva de Televen declaró que estaban sometidos.

Para leer el análisis realizado desde el punto de vista cinematográfico, hagan clic aquí
Créanme que fui a ver la película teniendo casi nulas expectativas. Me imaginaba que iba a apreciar algo muy similar a lo que pude presenciar en la segunda función a casa llena que Chataing y sus “reporteros” realizaron en el Fórum de Valencia hace unos meses atrás. Pues resulta que me quedé muy corto en mi pensamiento.

‘Fuera del Aire’, más que una película de comedia, es una protesta, una voz alzada en contra de la intolerancia política, en contra de la opresión a la libertad de expresión, y contra la censura.

El documental transcurre ente los preparativos de la gira de despedida del programa de televisión y el mensaje que cada uno de sus protagonistas quiere dar: un Luis Chataing cansado de tantos abusos que atenten contra la libertad de expresión; una Jean Mary que ha visto de cerca cómo la inseguridad no le permite vivir tranquila; un Led Varela arrecho (literalmente); un Álex Goncalves talentoso y con ganas de expresarse; un José Rafael Guzmán con la necesidad de hacer las cosas bien; y un Manuel Silva con una capacidad innata de hacer reír. Todos con un mensaje en común: querer quedarse en Venezuela a hacer lo que mejor saben hacer y poder así contribuir con el desarrollo del país.

Y es esto lo que más me gustó de la película. El claro mensaje político que todos esperan sea de insultos y mentadas de madre al Gobierno de turno, se convirtió en un llamado a la paz y a la reflexión. Pasa a ser una muestra del país que todos los venezolanos (digo yo) queremos, en el que las ideas contrarias sirvan a la confrontación de opiniones sin violencia y en la que todos podamos convivir en paz.

Me pareció memorable el espacio dedicado al programa especial de “Mucho gusto”, conducido por César Miguel Rondón, en el que Chataing y la periodista simpatizante del oficialismo Vanessa Davies se conocen, y se dan un mensaje apoyo mutuo. Más tarde descubrimos cómo ella habría podido ser una de las invitadas especiales a la obra de teatro, y eso al final no puede ser posible gracias a la decisión desde la sensatez del mismo Chataing, por el temor real de que las cosas no pudieran salir tan bien como lo habrían esperado, pero no por Vanessa, sino por un público que quizás no la hubiera aceptado.

Y yo me pregunto, ¿cuándo nos volvimos tan intolerantes? Esto de pensar distinto, de un lado y del otro, no puede conducirnos por caminos diferentes. Todos somos habitantes de un mismo país, ¿entonces por qué no trabajar juntos? Hagámoslo posible vale…

Pero en otro contexto de ideas, el mensaje no sólo persigue la unión de todos los venezolanos. También es una clara protesta en contra de lo que se han convertido los medios de comunicación social en nuestro país, especialmente los televisivos que ya no son aquella pantalla que debería servir como escape y denuncia a los grandes problemas de los ciudadanos. Y hay que estar claros de algo, en Venezuela SÍ hay libertad de expresión, ¿pero realmente ahora es como antes? Algo está fallando, y creo que todos sabemos muy bien qué es.

Como estudiante de Comunicación Social que soy, evidentemente la situación actual me preocupa. Sí, aun quedan espacios “libres”, pero cada vez son menos. Como venezolano, sólo quiero poder disfrutar de las calles con tranquilidad, disfrutar del ambiente, de las tradiciones. Quiero disfrutar de Venezuela, plena, sin impedimentos.

No sé ustedes, pero yo sigo insistiendo en la apuesta por el país. Es hora de que todos los millones de venezolanos que quedamos, nos pongamos de acuerdo en hacer algo, y no es en términos políticos; se trata de ciudadanía. Yo ya comencé, ¿ahora qué van a hacer ustedes?

‘Fuera del Aire’ sin duda me conmovió. De alguna manera logró reavivar mi esperanza en que las cosas pueden mejorar, o mejor dicho, van a mejorar, pero no echándole la culpa de todo lo malo que sucede al gobierno (aunque bien merecido se lo tenga), sino desde un plano en el que cada quien realice la labor para la que fue encomendado, y sólo así podremos salir a flote.

YO AMO A VENEZUELA Y ESTOY ORGULLOSO DE MI TIERRA.

P.D.: Veo a Chataing aspirando a algún cargo de elección popular, y aunque no es de mi total empatía, creo que sería una buena opción.

#Paz para todos.

@FernandoArraez

2 comentarios:

  1. Hola. ¿Y que piensas de la escena donde, en el río Caroní, presentan a Chataing como la reencarnación de Renny Ottolina?
    A mi me parece que no presentan argumentos sobre los cuales apoyar el optimismo y la esperanza que alegan. No se presenta claramente el como sería que ocurriría ese cambio positivo para el país.

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    1. Es complicado. Vivimos en un país en el que actualmente hay mucha desesperanza, y yo tomé esa escena como un mensaje de que hay cosas por las cuales simplemente vale la pena no rendirse.

      No me pareció que hayan mostrado a Chataing como la reencarnación de Renny. No es un secreto que Chataing admiraba a Renny, y es sólo una muestra de lo que significaba para él. No hay de dejar de tomar en cuenta que, a pesar de que el documental tiene un mensaje reflexivo, también tiene un alto contenido personalista.

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